Medicina Integrativa
Basada en Medicina Libre y Curativa (MILC)
Estudie con nosotros para ser uno de los mejores clínicos de medicina integrativa. La medicina integrativa es la unión entre la medicina convencional y las medicinas complementarias, mientras que la medicina libre y curativa es una forma de aplicarla, donde se trabaja en un marco ético, buscando superar los conflictos de interés de ambas formas de medicina.
Puede hacer clic aquí para poder ver en detalle las definiciones de cada una de estas formas de medicina.
Por el Dr. Pablo Paulsen. Director de Instituto Clínico ILPA.
La Medicina Integrativa, libre y curativa (MILC)
Hemos desarrollado esta medicina con el objetivo de mejorar la salud de las personas, entendiendo el concepto de salud no sólo como la falta de enfermedades, sino como el bienestar físico, mental y social de una persona.
Para esto integramos la medicina convencional con lo mejor de las medicinas complementarias en un intento de mejorar la salud del paciente incluso en patologías donde habitualmente se considera que no hay nada por hacer.
¿Cómo lo hacemos?
Utilizando 3 herramientas: las manos, la palabra y lo que nos da la naturaleza mediante la combinación de elementos nobles como el sol, el aire, el agua y la tierra.
Nuestras Manos
Existen muchas medicinas manipulativas tales como la quiropráctica, osteopatía, terapia manual, masaje terapéutico y otras. Nosotros hemos reunido técnicas y visiones de cada una de ellas para entregar un manejo integral a nuestros pacientes.
La Palabra
Muchas de las patologías de los pacientes recaen o surgen de lo psíquico, experiencias, miedos y emociones. Es por esto que en muchos casos parte importante de nuestro tratamiento consiste en el acompañamiento del paciente mediante el diálogo, el análisis, la reflexión y el crecimiento personal.
Elementos Nobles
La tierra y el aire limpios, la luz del sol y el agua pura dan origen a todos los elementos nutritivos de nuestro planeta y permiten millones de procesos vitales dentro de nuestro cuerpo. Nosotros ayudamos a nuestros pacientes a nutrirse y desintoxicarse mediante un estilo de vida saludable que permita desinflamar y reparar su cuerpo. Utilizamos plantas, alimentos, nutrientes y otros medicamentos naturales.
Tanto la medicina convencional como la medicina complementaria tienen muchas cosas positivas para ofrecer al paciente, pero ambas presentan grandes problemas y dificultades actualmente.
Este artículo pretende plantearle al lector las dificultades de la medicina actual tanto en la MTC como en la medicina convencional, para poder entender la justificación del desarrollo de una medicina diferente. La medicina que realizamos en Instituto Clínico ILPA busca superar estas dificultades para poder entregarle al paciente una medicina integrativa de mayor calidad. A esta medicina le hemos llamado medicina libre y curativa.
La medicina libre y curativa busca superar los conflictos de interés que afectan negativamente a las diferentes formas de medicina. El término curativa implica que siempre intenta sanar al enfermo, en el mayor grado posible e incluso en patologías donde se ha establecido que no es posible curar y sólo nos hemos de conformar con tratamientos farmacológicos sintomáticos a permanencia. El término libre se basa en el ejercicio de la práctica clínica libre de influencias de diferente tipo que generan importantes conflictos de interés e impiden realizar una medicina imparcial y económicamente justa para el paciente.
Puede hacer clic aquí para conocer las definiciones importantes para este artículo, como medicina tradicional, medicina convencional, medicina complementaria, etc.
1.- Dificultades de las Medicinas Tradicionales y Complementarias (MTC)
Podemos englobar las diferentes técnicas y formas de la MTC en 2 grandes grupos: las que tienen una real utilidad y las que no tienen utilidad terapeútica.
Es complejo trazar la línea entre estos dos grupos, ya que el hecho de que las medicinas complementarias no estén estandarizadas implica que una misma forma de medicina puede ser tremendamente útil en manos de un clínico, pero inútil o incluso perjudicial en manos de otro. Este problema también se presenta en la medicina convencional, pero en un grado mucho menor.
Una de las maneras en que este problema se exacerba en las MTC es con la presencia de falta de profesionalismo y estandarización en la formación de terapeutas y en la falta de consenso o lineamiento en la ejecución de los tratamientos.
En el mundo de las medicinas complementarias cada terapeuta, tenga o no una profesión universitaria previa relacionada con la medicina, usa diferentes herramientas según su propio criterio. Esto puede ser beneficioso o perjudicial para el paciente y es muy difícil de predecir.
Incluso cada nueva terapia que aparece en el mundo de las MTC viene llena de nuevas hipótesis y abre una nueva puerta para aumentar la variabilidad, heterogenidad e impredicibilidad de estas formas de medicina.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha buscado estandarizar las MTC y a principios de este nuevo milenio hizo un llamado a todos los estados miembros de la ONU a legislar sobre MTC. Chile se sumó a este llamado el año 2005.
Puede leer más sobre esto en este enlace directo al MINSAL: Medicinas Complementarias – MINSAL
Puede conocer el llamado de la OMS a todos los estados miembros de la ONU a legislar y normar las MTC en este enlace: Estrategia de la OMS sobre medicina tradicional 2002–2005
Luego de la primera década de este nuevo milenio, la OMS ha continuado motivando y guiando el desarrollo de las MTC. Puede leer sobre ello en este enlace: Estrategia de la OMS sobre medicina tradicional 2014–2023
En fin, actualmente la MTC está compuesta por muchas formas de medicina: acupuntura, medicina mapuche, naturopatía, quiropráctica, osteopatía, homeopatía, etc. y al mismo tiempo su aplicación es altamente diferente según quien la ejecute. Mientras que en la medicina convencional dos cirujanos entenderán que sólo existe una mejor forma de realizar una cesárea o extirpar un apéndice, y dos internistas sabrán cual es la mejor forma de tratar una fibrilación atrial cardiaca en un paciente específico, en la MTC dos naturópatas, dos quiroprácticos, dos homeópatas podrán diferir de cual es la mejor forma de tratar a un mismo paciente.
La medicina convencional está llena de consensos, acuerdos de expertos y evidencia científica de alto nivel, la MTC tiene niveles de evidencia científica heterogéneos para diferentes ramas de la misma.
Algunas ramas de la MTC tienen altísimos niveles de evidencia científica, gran cantidad y calidad de trabajos científicos, de exactamente el mismo nivel que la medicina convencional. En esta área entra por ejemplo la nutrición saludable como herramienta terapéutica, una de las principales herramientas de las MTC.
Pero por otro lado existen áreas con menor profundidad de trabajo científico, como la medicina manual, la acupuntura, la fitomedicina y otras, que si bien tienen un importante respaldo científico, todavía se puede hacer mucho más por avanzar.
Por otro lado existen muchas técnicas de MTC con niveles demasiado bajos o incluso ausencia absoluta de respaldo científico, como las terapias magnéticas, la nueva medicina germánica, la imposición de manos y otras más.
Actualmente las mismas corporaciones y empresas que lucraron por decenas de años con el daño a la salud de la población, están limpiando su imagen y lucrando con el concepto de “natural”.
Hace decenas de años en EE.UU. y Europa la población comenzó a mostrar un tremendo interés por un estilo de vida sano, alimentos más saludables, productos de aseo personal y para el hogar menos tóxicos, productos más sustentables y que cuiden más el medio ambiente. Hace unos 20 años y con mayor fuerza en los últimos 10, esta moda ha alcanzado Latinoamérica.
Es por esto que existe un tremendo mercado en las “cosas naturales”. No sólo las grandes corporaciones se han disfrazado de tal manera de poder lucrar con este concepto, si no que también han comenzado a proliferar los terapeutas que ven en la medicina “natural” una buena forma de negocio.
En este grupo podemos encontrar a los terapeutas que venden remedios o productos naturales a sus pacientes, práctica ilegal en nuestro país. En el fondo, ¿Cuánta ética podemos encontrar en un terapeuta que vende ilegalmente los productos que le receta a sus propios pacientes?. La venta de remedios, insumos o cualquier tipo de producto que el mismo clínico le recete, indique o recomiende a un paciente o cliente es una práctica absolutamente incorrecta según todos los códigos de ética tanto de la medicina convencional como de las MTC.
En el mundo de la medicina convencional sería impensado que el médico le vendiera medicamentos a los pacientes. La medicina convencional ya se ha contaminado mucho con el concepto de negocio con situaciones como las ISAPREs y otros seguros privados de salud, la colusión de las farmacias, el trabajo en forma casi de retail de los grandes centros médicos ambulatorios que atienden pacientes por montones en poco tiempo y con poca personalización, donde los colegas médicos tienen sólo 15 minutos para poder atender un paciente. En todo el mundo es ampliamente aceptado que si el clínico le vende al paciente productos además de sus servicios, se generan grandes conflictos de interés.
En el mundo de las MTC abundan los terapeutas que venden productos a sus pacientes, esto es ilegal e inmoral.
Al mismo tiempo en el mundo de las MTC abundan los terapeutas que realizan terapias sin ninguna eficacia comprobada, ya lo hemos comentado. Estas terapias muchas veces están basadas sólo en hipótesis, las cuales muchas veces son altamentea atractivas, ya que basta que algún doctor o terapeuta tenga una gran capacidad de convencimiento y mientras esta terapia sea lucrativa y no sea necesario estudiar una carrera formal de años de duración para poder ejecutarla, entonces habrá muchos quienes se interesen en aprender la técnica, paguen grandes sumas de dinero por tomar los cursos y se tranformen en charlatanes.
Esto provoca que en el mundo de las MTC abunden los remedios y productos naturales, incluso hay terapeutas que fabrican sus propias líneas de productos para comercializar. ¿Funcionan? Quizás, eso no es lo importante, lo importante es que se vendan.
Otra cosa que no podemos dejar de mencionar es que también existen cada día más terapeutas que utilizan aparatos que simulan una moderna tecnología para hacer diagnósticos, pero los cuales carecen de una utilidad real. Aparatos que de manera rápida y fácil entregan decenas y hasta cientos de parámetros que supuestamente evalúan cientos y miles de variables fisiológicas e incluso intracelulares en el cuerpo de sus pacientes. Entregan una especie de diagnóstico y claro, esto permite que el terapeuta venda una serie de productos naturales a su “paciente”.
A través del tiempo tanto en la MTC como en la medicina convencional se han estudiado las mejores maneras de hacer un diagnóstico en un enfermo y esta siempre será una sola: la semiología médica, compuesta de una entrevista médica para hacer una profunda anamnesis, un examen físico acucioso y cuando sea necesario exámenes complementarios. Estos exámenes son exactamente los mismos para ambas formas de medicina: exámenes de sangre, imágenes como radiografías, ecotomografías, resonancias magnéticas y otros.
Mientras que para un terapeuta de MTC responsable resulta un desafío y al mismo tiempo fascinante estudiar hasta poder alcanzar a entender un examen de laboratorio o imágenes como radiografías, para un terapeuta megalomaniaco o con otros problemas de salud mental (lo cual será explicado en el siguiente punto) estos exámenes no tendrán real importancia, él o ella preferirá su propia forma rápida y fácil de diagnosticar al enfermo y elegir su terapia, la cual interesantemente siempre le sirve a demasiados pacientes. Esto ocurre porque el terapeuta con problemas de salud mental piensa que su forma de medicina es superior a lo establecido como óptimo por los otros millones de profesionales de la salud que han definido los lineamientos de evaluación de pacientes.
Este tema si que es complejo, como institución siempre hemos sido de “pocos amigos” y criticados tanto por nuestros colegas de la medicina convencional como también por nuestros pares de la MTC.
Esto nos sucede porque hemos buscado encontrar y exponer los conflictos de interés que han entorpecido el desarrollo de estas formas de medicina, pero ha sido la única forma de crear nuestra propia forma de medicina integrativa, libre y curativa.
En el mundo de la MTC abunda un problema, terapeutas megalomaniacos o con otros problemas de salud mental. Por supuesto que no todos los clínicos dedicados a la MTC entran en este grupo, de hecho muchos de los profesionales sanitarios dedicados a las MTC son un ejemplo de profesionalismo, responsabilidad social y ética.
Esta alteración de la salud mental consiste en que quienes tienen conflictos de personalidad importantes pueden encontrar en la MTC un lugar donde pasar a ser importantes, ponerse un delantal blanco, comenzar a “ayudar personas” y claro que a cambio de una buena cantidad de dinero.
La megalomanía es un trastorno en el cual la persona sufre de sentimientos y emociones de grandeza, de superioridad y se siente con poderes o capacidades que sobrepasan al resto.
Es así como personas sin la preparación suficiente se aventuran a tratar enfermos, sin siquiera ponerse a pensar que cada paciente que pone la salud en las manos de un clínico pierde la oportunidad de tratarse con otra persona que quizás sea más idónea.
Estos terapeutas se autoconfieren habilidades que van más allá de las que poseen personas que han cursado años de estudio en instituciones con experiencia educativa y altamente reconocidas por los pares. Estos terapeutas no tienen interés en desarrollar una práctica clínica basada en la evidencia científica, para ellos no tiene sentido cursar y aprobar un programa de años de estudio y de alta y también necesaria dificultad antes de hacerse cargo de la salud de otra persona.
Esto lo entienden claramente los profesionales de la medicina convencional con formación estandarizada. Claramente un pediatra no atendería pacientes que pertenecen al área de la traumatología y un ginecólogo no trataría pacientes que estarían mejor en manos de un psiquiatra. Un kinesiólogo nunca reemplazaría el trabajo de un psicólogo y un nutricionista nunca reemplazaría el trabajo de una matrona. Porque son verdaderos profesionales de la salud, quienes no sólo reconocen su alcance sino que también sus límites.
Pero por otro lado las personas que se dedican a realizar terapias naturales de manera autodidacta o que han cursado programas de estudios de bajo nivel de preparación, de alguna manera tienden a presentar un comportamiento donde se atreven a tratar cualquier tipo de paciente, incluso pacientes con enfermedades terminales. Esto está claramente mal.
Incluso peor todavía, existen terapeutas de las MTC que reniegan de la eficacia de la medicina convencional, alejando a los pacientes del cuidado médico. Nosotros hemos recibido decenas de pacientes en nuestro instituto que han seguido pésimos consejos y que han sido convencidos por estos terapeutas charlatanes a tal punto, que han dejado de lado el cuidado de la medicina convencional y han elegido terapias de MTC de baja calidad y han empeorado su salud de manera irreversible, incluso hasta llegar a la muerte.
También hemos observado que cuando se concentran múltiples charlatanes en un mismo grupo se empiezan a crear unas especies de sectas, donde no hay razonamiento, donde se siguen dogmas sin cuestionamiento, se respetan liderazgos sin sentido, se defienden terapias sin evidencia científica y sin lógica medico-biológica y lamentablemente esto daña especialmente a las personas más vulnerables, de menores recursos económicos y menor nivel educacional.
Estas verdaderas sectas tienen sus propias líneas de productos o remedios naturales, sus propios cursos de formación de terapeutas e incluso a veces sus propios medios de difusión como blogs de internet o incluso medios escritos en formato de revista o diario. Estos medios de comunicación tienen un alto poder de convencimiento, especialmente entre la población más vulnerable, e incluso algunos de estos terapeutas con sus publicaciones alcanzan un público internacional.
Normalmente podemos encontrar personas que escriben como dueños de la verdad, sin siquiera entender la estructura de un artículo científico, sin haber cursado asignaturas como metodología de la investigación, estadística o sin haber hecho un postgrado. Estas personas no tienen la capacidad de entender si la información que leen en un lugar y luego suben a sus blogs o incluyen en las páginas de sus medios de difusión impresos tienen un buen valor de verdad.
Normalmente este tipo de terapeuta, con importantes problemas de salud mental, no se dan cuenta de que escribir un documento que esté en internet, hablar en televisión o publicar un texto que se pueda comprar en kioskos en toda una ciudad o un país, puede tener profundas implicancias salubristas. De hecho, habitualmente ni siquiera tienen los conocimientos para entender que es lo que significa e implica el término salubrista.
Estos terapeutas, quienes sin nunca haber hecho una presentación en un congreso serio de nivel nacional, menos uno de nivel internacional, sin haber estudiado con profesores con magister o doctorado en la asignatura que les imparten, quienes rechazan la educación formal y crean sus propios métodos de estudio y fijan sus propios estándares de calidad, claramente no están interesados en un ejercicio clínico basado en evidencia científica, calidad y seguridad para el paciente.
A través de los años hemos observado que este tipo de terapeuta rechaza la calidad y dificultad de una formación correcta o una práctica clínica legal y ética con ideas como las siguientes:
“El estudio tan profundo del cuerpo humano no es necesario, ese es uno de los errores de la medicina convencional, cuando uno hace MTC tiene que confiar en la sabiduría del cuerpo”. Este tipo de ideas nos ha llevado a recibir pacientes que mientras recibían una terapia inútil, empeoraron su salud, especialmente pacientes con cáncer y enfermedades complejas y terminales.
“Hay que dejar que el cuerpo actúe sólo, sin intervenir tanto, sin tantos exámenes que sólo dañan más al paciente”… “Los médicos son unos matasanos”. Este tipo de pensamientos también tiende a generar problemas similares al anterior.
“Nosotros vendemos los productos naturales a nuestros pacientes porque no podemos confiar en las farmacias que sólo lucran con la enfermedad”. Es preocupante que este tipo de terapeuta no tiene ningún conocimiento respecto al manejo profesional de medicamentos con los que cuenta un químico farmacéutico, quien es el profesional idóneo para el manejo de una farmacia y venta de remedios de cualquier tipo. En nuestro instituto hemos visto como charlatanes son capaces de hacer que un anciano gaste todo el dinero de su jubilación en un montón de frascos de vitaminas que terminan sin solucionar el verdadero motivo de consulta del enfermo.
“La MTC debe estar lo más lejos posible de la medicina convencional”. Interesantemente esta es una idea muy usada, pero sólo por quienes no han estudiado una carrera de la medicina convencional previa y tienen bajos niveles de educación. Este tipo de terapeutas muestra una soberbia similar a la que ha dañado tanto a la medicina convencional, y es muy interesante el hecho de que estos terapeutas se sientan superiores a una medicina de la cual no conocen nada más que prejuicios. Actualmente está muy establecido, a nivel internacional que la mejor forma de medicina es la medicina integrativa, la unión de la medicina convencional con las MTC.
“La medicina que hago yo es divina, es integral, es espiritualmente correcta”. Lo peor que hemos visto, son terapeutas que incluso usan el nombre de Dios para validar su pensamiento, su terapia y la venta de sus servicios y/o productos naturales.
Es fácil reconocer a un charlatán, una de las cosas que tienden a hacer es inventar títulos inexistentes para defender su práctica clínica. Usan nombres y títulos falsos como por ejemplo: El famoso caso del “Dr. Déncil”, un famoso charlatán llamado realmente Miguel Vera Bascur de nuestro país, a quién entrevistamos en una ocasión de manera personal para estudiar este fenómeno de la charlatanería. Este hombre dice ser naturólogo, doctor en genética, creador de la iridiogenética. Otros charlatanes son capaces de inventar una infinidad de títulos falsos para darle un poco más de credibilidad a su práctica ilegal de la medicina, como por ejemplo: nutriterapeuta, terapeuta ortomolecular, terapeuta ancestral y muchos otros.
En Chile se han establecido importantes escuelas de MTC, pero también escuelas donde abundan los charlatanes. finalmente tenemos que decir que incluso en grandes escuelas puede haber grandes deficiencias, es por esto que a fin de cuentas lo que más importa es la responsabilidad social y profesional que está dentro del corazón de cada persona que quiere dedicarse a atender enfermos, si dentro del clínico no vive una llama que le motive a formarse de manera responsable y tratar a sus pacientes con calidad, nada podrá remediarlo, ni siquiera estudiar en la mejor universidad y escuela del planeta.
Este es un listado de las únicas profesiones sanitarias legalmente reconocidas en Chile en orden alfabético:
Acupuntura.
Enfermería.
Fonoaudiología
Homeopatía.
Kinesiología.
Medicina.
Nutrición y dietética.
Naturopatía.
Odontología.
Obstetricia.
Química y farmacia.
Tecnología médica.
Terapia ocupacional.
De estas profesiones, 3 son propias de la MTC y son legalmente reconocidas en Chile.
Todos los problemas presentados aquí son solo algunas de las situaciones a remediar en el mundo de la MTC. Nosotros trabajamos cada día para mantenernos libres de este tipo de conflictos, pero es un trabajo arduo y que requiere un esfuerzo activo.
2.- Dificultades en la Medicina
Convencional
Para explicar este problema usaremos un texto extraído y modificado de nuestro libro “Un libro medicinal para personas con diagnóstico de fibromialgia”. Puede leer y descargar el libro haciendo clic aquí.
Inicio del extracto:
En las décadas finales del siglo pasado el Dr. Narciso Hernández, cirujano argentino, nos entregó un término llamado broncemia, que significa acumulación de bronce en la sangre y que conduce a la bronceosis que es la acumulación de bronce en el cuerpo. Esta es una enfermedad propia de los adultos, la cual se da especialmente entre los médicos y que cursa con dos etapas: la primera es la importantitis en la cual el paciente se cree tan importante que nadie es mejor que él, y en la segunda está la inmortalitis, donde el enfermo siente que es tan superior que llega al nivel de ser una impresionante estatua inmortal, de tal importancia que ha de ser recordado por siempre por todos quienes tuvieron el honor y fortuna de conocerle y quienes no le conocieron podrán saber de él o ella gracias a sus tremendas hazañas y contribuciones a la humanidad.
Esta enfermedad se desarrolla especialmente en aquellos lugares donde se enferma el ego, lugares donde se presume un alto nivel de intelectualidad y el medio ecológico ideal es la universidad, pero también se da de manera muy severa en otros ambientes, especialmente en los que abunda el poder.
Los síntomas más comunes son tres: diarrea mental, hipoacusia interlocutora y reflejo céfalo caudal. La diarrea mental se caracteriza por hablar demasiado y especialmente de uno mismo o de sus grandes logros; la sordera interlocutoria consiste en la incapacidad de escuchar lo que hablan los demás y el reflejo céfalo caudal produce una actitud de caminar con la cabeza elevada, como grandes próceres o incluso como parte de la realeza.
Poco a poco el bronce invade cada vez más tejidos, los músculos del cuerpo hacen que cada vez la posición sea más erguida, la mirada hacia lo alto impide mirar a quienes se encuentran debajo de él o ella y luego se afectan los músculos de la cara lo que impide sonreír y dar una mirada de ternura al enfermo. Las cuerdas vocales se endurecen impidiendo tener una voz acogedora y cercana, los cambios patológicos que ocurren son innumerables, complejos y variados.
Poco a poco el médico se va convirtiendo en la estatua de bronce que adornará el patio del hospital o alguna plaza pública para ser recordado por siempre… pero este camino lo aleja demasiado de sus pacientes.
Otra patología de depósito que hemos observado, para complementar la maravillosa descripción del Dr. Hernández, es la del hastío. Tristemente se deposita en algunos y lo hace poco a poco, las zonas del cerebro que un día brillaron en ese niño que soñó con ayudar a los enfermos, oscureciéndolas. Esto es muy fácil en un sistema médico desarrollado por el camino de IG Farben.
Fin del extracto.
Para explicar este problema también usaremos un texto extraído y modificado de nuestro libro “Un libro medicinal para personas con diagnóstico de fibromialgia”. Puede leer y descargar el libro haciendo clic aquí.
Inicio del extracto:
La información que manejamos los profesionales sanitarios viene directamente de la investigación científica. El término investigación científica nos hace pensar en objetividad, imparcialidad, confiabilidad y evidencia… finalmente nos hace pensar en que estamos trabajando con la verdad.
Lamentablemente la investigación científica actual tiene algunos problemas, estos problemas pueden afectar el rendimiento de la medicina, incluyendo a todas las profesiones sanitarias que la conforman.
En este punto se vuelve necesario explicar cómo es que funciona el mundo científico en el área de la medicina.
La verdad es que el mundo científico funciona muy similar en todas las áreas del conocimiento. En primer lugar existen científicos que realizan investigación, estos científicos tienen diferentes profesiones: bioquímicos, químicos farmacéuticos, médicos, veterinarios, ingenieros, etc. Estos científicos trabajan en lugares como las universidades, institutos de investigación y laboratorios farmacéuticos.
También tenemos que explicar que existen revistas científicas. Estas revistas son diferentes a las encontradas habitualmente en librerías y kioscos, las cuales tienen función de entretención y están escritas de una manera periodística. Las revistas científicas no tienen nada que ver con las revistas que las personas leen a diario, de hecho las revistas científicas actuales son sólo documentos digitales que los profesionales de la salud vemos por internet, no están en ningún kiosco y probablemente ni siquiera el 1% de los pacientes alguna vez ha visto una.
Antiguamente las revistas científicas se enviaban por correo y formaban parte de la biblioteca de las universidades y de los hospitales, para que los estudiantes y los profesionales sanitarios pudieran leerlas.
El término “revista científica” se usa porque existen sociedades de científicos expertos en diferentes áreas. Estos expertos son los encargados de publicar investigaciones científicas para que toda la comunidad sanitaria mundial pueda leerlas, analizarlas y utilizarlas como evidencia para así crear protocolos de tratamiento clínico y asignaturas de estudio universitarias, en otras palabras lo que todos conocemos como “medicina”.
Todo lo que sabemos en medicina, todo lo que está en nuestros libros, todo está publicado en alguna revista científica. De hecho en la actualidad los libros de medicina están en desuso, debido a que ya no se justifica mucho su existencia. Normalmente la información contenida en un libro de medicina escrito en inglés tiene una antigüedad de alrededor de 5 años, eso significa 5 años de atraso científico comparado a los nuevos descubrimientos. Debido al tiempo y gestión que toma la traducción de los libros, un libro de medicina en español tiene un atraso en la información aún mayor.
Antiguamente era necesario usar libros, ya que la información científica no estaba en internet. Hoy toda la información científica está disponible de manera digital, por lo que es mucho más fácil leerla directamente de una revista científica online o desde otro sistema de información digital, en vez de esperar años para que se escriba un libro que la contenga.
En el pasado fue útil la existencia de libros, debido a que era imposible leer la información directamente desde las revistas científicas. Esto en primer lugar porque existen miles de revistas científicas diferentes y en cada una de ellas se han publicado miles de estudios. Fue por esto que reconocidos expertos reunieron y organizaron la información médica publicada en las revistas científicas en otro elemento más cercano a los estudiantes y profesionales, los libros de medicina. Así nacieron los textos modernos de estudio de las diferentes ramas de esta ciencia: libros de anatomía, biología, farmacología, cirugía, etc.
Hay pocas materias donde todavía son útiles los libros, normalmente son las materias básicas de los primeros años de medicina como anatomía, biología y otras, las cuales no tienen relación directa con las ramas terapéuticas…
… Otro punto importante de señalar en estas páginas es la especialización en medicina. La especialización es muy útil, pero no puedo olvidar las palabras de un profesor quién fue Ministro de salud de Chile: “El 90% de las personas de un país necesitan un excelente médico general, sólo el 10% necesitan buenos especialistas”.
A pesar de esto más del 90% de los médicos que he conocido, ven hoy la especialización como único camino en su profesión. De hecho mis colegas miran mi opción por la medicina general con ojos llenos de bronce, incluso esta visión ha sido contagiada a quienes están en el mundo de la medicina complementaria e incluso al mundo de los pacientes.
Antes un médico general era un experto en quien confiar, hoy un médico general es un doctor de segunda categoría.
Normalmente los motivos para especializarse son subir un peldaño más en la escalera social y profesional, ganar más dinero, incluso muchos tienen la motivación de “ganar más dinero trabajando menos”, y otros motivos similares y completamente comprensibles para nosotros que vivimos en el imperio del dinero, idea que será explicada más adelante. Nunca he escuchado a un colega admitir que busca especializarse porque así alcanzará una forma para ayudar mejor y a más enfermos. Sólo he conocido a 3 médicos quienes no estuvieron afanados por especializarse durante el tiempo que compartí con ellos, médicos conformes con ser buenos médicos generales hoy: la Dra. Yanina Rojas, el Dr. Guillermo Rivera y el Dr. Cristian Urrea. De ellos destaco que realmente pude ver en sus actos el ímpetu de ser buenos médicos para hacer buena medicina.
Quizás uno de los factores que hacen difícil sacar lo mejor de la medicina convencional es iniciar la especialización con los zapatos equivocados.
Hay mucho que mejorar en la medicina, en otras palabras mucho que sanar
… ¿Qué tan científica es la medicina hoy?
En primer lugar… ¿Qué es la ciencia? En palabras sencillas es sólo un método para responder preguntas buscando tener respuestas correctas. La ciencia es una forma de buscar la verdad. Algunos confunden los términos ciencia y tecnología como si fueran una sola cosa, la verdad es que la tecnología consiste sólo en instrumentos, si usamos la tecnología de forma correcta nos acerca a la verdad pero si la usamos mal entonces nos aleja de ella.
La verdad es muy importante cuando queremos ayudar a los enfermos, la verdad es necesaria para poder ayudar a los enfermos, de hecho es obligatoria.
Entonces podemos preguntarnos ¿Qué tan científica es la medicina hoy? Muchos investigadores trabajan para responder esta pregunta, podríamos escribir un libro completo sólo sobre este tema, pero ya se han escrito suficientes. Lamentablemente es casi imposible escuchar sobre este tema durante nuestra formación en la universidad. De todas maneras analizaremos esta pregunta brevemente.
El año 2016 la doctora Shareen A. Iqbal, del Departamento de Epidemiología de la Escuela de Salud Pública Rollins, Atlanta, Georgia, EE.UU., junto con el doctor Joshua D. Wallach, del Departamente de Investigación en Salud y Política de la Escuela de Medicina de Stanford, en California EEUU, publicaron un interesante estudio científico llamado “Reproducible Research Practices and Transparency across the Biomedical Literature”. Esta investigación buscó evaluar la confiabilidad que tiene la ciencia en el mundo de la medicina de hoy. (1)
Los doctores revisaron cientos de estudios publicados en las revistas científicas más importantes del mundo y lo que encontraron es muy diferente a lo que se nos hace pensar a los médicos.
- Ninguno, dentro de cientos de estudios científicos, publicó toda la información necesaria para poder evaluar críticamente si los resultados obtenidos eran confiables.
En el mundo de la ciencia, cuando un científico realiza un estudio serio, el cual realmente busca encontrar la verdad para el beneficio de los enfermos y el desarrollo de la medicina, tiene que incluir en su publicación toda la información necesaria para que otros investigadores puedan comprobar la veracidad de los descubrimientos realizados.
De esta manera otros expertos pueden repetir el experimento y si es que obtienen los mismos resultados, entonces el valor de verdad de la primera investigación es realmente alto. Si al contrario, los resultados son diferentes entonces la primera investigación debe quedar bajo observación. - Dentro de cientos de estudios científicos sólo uno publicó el protocolo completo de investigación. Eso quiere decir que casi nadie se preocupa de que su trabajo científico pueda ser revisado y comprobado.
- Los profesionales sanitarios habitualmente creemos que en el mundo de la investigación cada importante descubrimiento o aseveración científica es comprobada. Creemos que cada medicamento y protocolo de tratamiento existente ha sido comprobado una y otra vez, hasta asegurar que cada forma de terapia para cada enfermedad es la mejor y más segura disponible para cada uno de los pacientes. Pero los investigadores descubrieron que ni siquiera el 1% de los estudios científicos publicados se trató de estudios de comprobación.
- Es altamente necesario y éticamente correcto que cuando un investigador científico realiza una publicación, declare en su publicación todos los conflictos de interés que tiene en el asunto investigado. Esto quiere decir que si los investigadores trabajan para un laboratorio farmacéutico que vende el medicamento que se está estudiando en el experimento, entonces los científicos deben declarar públicamente que tienen un conflicto de interés. Esto es obvio, ya que si la investigación es realizada por quienes se beneficiarán con la venta del medicamento entonces existe la posibilidad de que el trabajo tenga errores. Los científicos descubrieron que la mayoría de los estudios no mencionan si existe o no conflicto de interés. Actualmente es muy mal visto que los investigadores no hagan declaración de conflictos de interés, por lo que está aumentando este tipo de declaraciones.
Investigaciones científicas con datos faltantes, estudios incomprobables, ausencia de estudios de comprobación, falta de declaración de conflicto de interés… esto nos muestra que claramente no existe un gran esfuerzo en el mundo de la ciencia médica por hacer un trabajo impecable. Si el objetivo principal del mundo científico en medicina fuera el beneficio a los enfermos, existirían muchos más trabajos de comprobación y el 100% de las investigaciones científicas publicarían toda la información necesaria para poder comprobar los experimentos.
La investigación científica debe ser realizada de manera profesional, de manera seria y con objetivos nobles, no con objetivos comerciales…
… Existen trabajos que demuestran que la investigación científica es financiada directa o indirectamente por la industria farmacéutica casi completamente, especialmente mediante el lobby que tiene esta industria en el mundo de la política.
Existe una agencia gubernamental en Estados Unidos llamada Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), la cuál es muy importante en todo el mundo occidental en temas de salud. Esta agencia es la responsable de la regulación de alimentos, medicamentos, cosméticos, aparatos médicos, productos biológicos y derivados sanguíneos, tanto para personas como para animales. Se han publicado trabajos científicos que demuestran que existen medicamentos que son aprobados por la FDA, y que a pesar de que luego de su aprobación se ha demostrado que son inefectivos e incluso dañinos, se siguen utilizando en todo el planeta.
De hecho, para que se retire un medicamento del mercado lo necesario no es que se demuestre que sea ineficaz, dañino o incluso mortal. Lo necesario para que se retire un medicamento del mercado es que éste haga tanto daño que las personas y los profesionales sanitarios lleguen al punto de hacer presión social y política para que se retire.
La investigación científica en farmacología y áreas similares de la medicina es financiada por las compañías privadas, pero especialmente por el dinero estatal. En todos los países, especialmente los más ricos del mundo, la industria farmacéutica tiene el permiso para sacar dinero de las arcas estatales, tiene la autorización para utilizar en investigación el dinero que le pertenece a los habitantes del país. El dinero que la industria farmacéutica recibe de las arcas estatales aumenta cada año, una investigación nos dice que entre 1995 a 2005 aumentó hasta en un 369%. (2)
Existen muchos conflictos de interés en la investigación científica en medicina: en el 93% de los científicos autores de las investigaciones, en el 46% de los revisores y en el 40% de los editores de las revistas científicas. (3)
Por otro lado el mundo de la investigación científica ha alcanzado el punto de desvirtuar su propio desiderátum. En la actualidad la presión económica y el ego han conseguido que se incluyan nuevos motivos para hacer publicaciones científicas, motivos diferentes al original de “encontrar la verdad”. Hoy se ha llegado a un punto de producción de publicaciones científicas a granel producto de una fuerte concepción de la idea de “publicar o perecer”, “publica para ser alguien y sigue publicando para seguir creciendo” (4). Esto provoca que la responsabilidad, junto con los méritos del trabajo científico, se diluyan en un mundo oscuro y nebuloso (5), donde en la actualidad la corrupción científica se ha identificado como principal explicación para una serie de fenómenos negativos del mundo de la investigación (4). Algunos de los ejemplos típicos de corrupción científica son:
- El intercambio recíproco de autorías científicas. Esto consiste en que un científico incluye a algún colega en su publicación sin que esta persona haya trabajado en la investigación, esto se hace a cambio de que el colega haga lo mismo por él e incluya su nombre en alguna de sus publicaciones también. Esto permite que los científicos simulen realizar mayor cantidad de estudios científicos que los que realmente hacen, esto ocurre en el 33% de las publicaciones (4).
- Mención de científicos prestigiosos que no participaron en el trabajo (4). Esto consiste en mentir e incluir de manera falsa a algún científico importante y famoso dentro del listado de autores de algún experimento. De esta forma se infla el valor del estudio científico frente a los ojos de una comunidad profesional que valora las cosas en base a la moneda del ego.
- Autorías o coautorías forzadas (4). Muchas veces cuando un científico hace un experimento y publica su trabajo, está obligado a incluir como autores a otras personas que realmente no participaron del trabajo. Algunas de estas personas son por ejemplo sus jefes u otros compañeros del laboratorio. Incluso a veces el investigador está obligado u obligada a incluir amigos o parejas sentimentales de los jefes. Para esta última afirmación no tengo una referencia científica, sólo la experiencia de amigos personales que se dedican a la investigación científica y a quienes he visto pasar por este tipo de problemas.
- El “autor fantasma” (4). Consiste en excluir al autor real o a algún colaborador del trabajo científico debido a motivos como su falta de prestigio (por ejemplo cuando el autor es un estudiante), o simplemente porque el jefe del laboratorio o alguna persona con poder suficiente tiene enemistad con alguno de los científicos del grupo, en otras palabras “tu jefe se queda con los méritos de tu trabajo”. Esto se presenta en más del 30% de los trabajos publicados (6 y 7) .
Es evidente que el mundo de la ciencia ha desarrollado un claro problema de ética y honestidad (8). Es por este tipo de problemas que ha sido necesario desarrollar el término medicina libre. Un clínico que quiere ejercer su trabajo y dar el mejor tratamiento posible a sus pacientes tiene una enorme carga de trabajo, ya que no puede aceptar toda la información publicada antes de evaluarla de forma crítica. En la escuela de medicina no se nos entrena en las habilidades necesarias para hacer medicina libre, de hecho se nos forma para seguir de manera incuestionada protocolos que han sido diseñados por otras personas, personas que ni siquiera conocemos. De hecho podemos ver que según la investigación de la ya mencionada doctora Shareen A. Iqbal (1), la cual es sólo una de cientos de publicaciones similares, que la ciencia en el mundo de la medicina no tiene interés en comprobación ni verificación y por lo tanto es imposible que exista un real interés en la calidad.
Las dos ideas planteadas aquí, la broncemia y los problemas en la investigación científica son dos situaciones que necesitamos reparar para hacer una buena medicina. No es fácil sanar la medicina, pero tampoco es difícil. Lo único que tenemos que hacer, es hacerlo.
En la escuela de medicina nos enseñan que la medicina convencional de hoy es la mejor forma de medicina del mundo y que es la mejor con la que hemos contado en la historia.
Pero por otro lado tenemos 2 realidades muy complejas:
- La primera es que la medicina de hoy se basa principalmente en el uso de fármacos. Usar medicamentos para controlar los procesos fisiopatológicos del enfermo, esto se nos enseña como una verdad inamovible y la única forma de medicina lógicamente correcta. Pero en la actualidad pareciera ser que este paradigma está comenzando a mostrar fallas evidentes en su eficacia.
- La segunda es que la filosofía de tratar las enfermedades con medicamentos como principal herramienta ha provocado que la medicina convencional se transforme en una de las principales causas de muerte en el mundo, evidenciando un importante fallo en la seguridad de la medicina convencional. (9)
- Las enfermedades cardiovasculares como el infarto al corazón y el infarto cerebral.
- Cáncer.
- Enfermedades respiratorias como infecciones, bronquitis crónica y cáncer del sistema respiratorio, el cual por sí sólo se puede considerar la cuarta causa de muerte.
- También está el alzheimer y otras demencias.
- Luego la diabetes mellitus.
Sin duda, cualquier médico estaría feliz de poder curar cualquiera de estas enfermedades. Lamentablemente a pesar de que cada día hay más médicos, la cantidad de personas que presentan estas enfermedades está aumentando.
Cada día hay más profesionales sanitarios, más medicamentos, más técnicas quirúrgicas… pero lamentablemente también hay cada día más enfermos. Podríamos pensar que la batalla contra estas patologías no las podemos ganar por cantidad de colegas ni cantidad de medicamentos, entonces la solución tiene que ser otra.
En la universidad se nos transmite un pensamiento que nos hace creer y por lo tanto actuar según el siguiente concepto: las enfermedades están aumentando a pesar de nuestro esfuerzo, por lo tanto tenemos que poner más fuerza a la máquina.
En nuestro instituto somos partidarios de otra manera de pensar: Si nuestro máximo esfuerzo no da más resultado que el aumento del problema, entonces dejemos de culpar sólo al problema y revisemos también nuestros métodos.
Hace algunos años un par de investigaciones nos mostraron una verdad impresionante.
Cada día se ocupan nuevos medicamentos en el mundo, cada día más personas usan medicamentos, por lo tanto cada día hay más reacciones adversas. Pero es muy difícil encontrar investigación científica respecto a este tema.
Gracias a un par de singulares y valientes investigaciones científicas podemos darnos cuenta de que los medicamentos y la medicina convencional, son una de las principales causas de muerte en el mundo. (9)
Los norteamericanos son quienes realizan más investigación científica en el planeta, como dijo una vez un profesor de traumatología en la escuela de kinesiología: “Los gringos estudian hasta por qué las hormigas mueven las antenas”.
Según las siguientes dos investigaciones, en los EE.UU. los medicamentos correctamente recetados y administrados están entre la cuarta a sexta causa de muerte. Probablemente en el resto del mundo la cifra sea similar. Esto quiere decir que la propia medicina, correctamente ejecutada, mata más personas que la diabetes.
No podemos dejar de mencionar en este punto, que en Chile, nuestros legisladores están moviendo esta balanza cada día más hacia el punto donde las personas podrán comprar medicamentos en cualquier parte, incluso en tiendas diferentes a las farmacias, como por ejemplo los supermercados.
Con todo lo leído en este libro, nuestro lector podrá imaginarse quienes son los más beneficiados con este tipo de legislación.
Estas cifras son alarmantes. De hecho, si simplemente nos reducimos a la evidencia científica podemos observar que solamente en los EEUU cada año mueren más de 100.000 personas debido al uso de medicamentos.
Según estas investigaciones las personas dañadas por los fármacos pero que no alcanzan a morir por culpa de los medicamentos que reciben, son más de 2 millones cada año.
100.000 muertos y 2.000.000 de heridos en sólo 1 año, cualquiera pensaría que hablamos de una guerra.
Muchos médicos divergentes del mundo usan el siguiente ejemplo:
Un avión promedio puede llevar unas 200 personas. Para alcanzar la cifra de muertos que resulta mediante el uso del medicamentos sólo en EEUU, deberían caer más de 500 aviones cada año. Sin duda que si sucediera esto, tanto el público como los empleados de las líneas aéreas se verían alarmados.
¿Por qué en medicina no nos alarmamos? Bueno, la verdad es que tenemos la certeza de que salvamos a mucha gente y por lo tanto vivimos suponiendo que salvamos más personas de la que dañamos.
Pero durante toda nuestra formación se nos mantiene al margen de las cifras oficiales. Según esta evidencia científica, que nos muestra pacientes fallecidos directamente por culpa de las reacciones adversas a los medicamentos durante una hospitalización, entonces la medicina que hacemos se encuentra entre las principales causas de muerte en el mundo.
De hecho si la administración de medicamentos es la cuarta causa de muerte, entonces tenemos que revisar lo que hacemos en muchos enfermos. Si perdemos el principio de primero no hacer daño, entonces fracasaremos como sanadores
¿Cuántos de nuestros enfermos se complican más de lo necesario por el uso de medicamentos
¿Cómo podemos saber si existen otras maneras de tratar enfermos si se nos ha formado en un paradigma construido con tantos conflictos de interés?
En el hospital donde hice la mayoría de mis prácticas, se realiza cada jueves una actividad muy interesante, una reunión clínica donde alguien realiza una clase o presentación que busca enseñar y mantener actualizados a los demás integrantes del hospital. El presentador puede ser cualquier integrante del hospital, es una actividad que me llamó la atención especialmente por su filosofía de apertura y equidad en valor para cada miembro del hospital. Lamentablemente algunas veces la “bronceosis” nos dificultaba valorar las presentaciones de quienes no eran médicos.
Una de las presentaciones más importantes que presencié fue la de un médico experto en infectología, el doctor fue invitado desde otro hospital, uno de los hospitales más importantes de nuestro país, el Hospital Clínico J.J. Aguirre de la Universidad de Chile.
La presentación fue sobre los últimos avances en infectología, la especialidad médica dedicada a las enfermedades infecciosas. El doctor habló sobre la resistencia a los antibióticos, los nuevos organismos infecciosos resistentes y dio especial énfasis a las bacterias KPC, unas nuevas bacterias resistentes que hacen estragos en los pacientes, porque ni siquiera los antibióticos más poderosos del mundo pueden hacer algo. (10)
Existen diferentes tipos de antibióticos, uno de los más usados son los antibacterianos, medicamentos que tal como su nombre lo dice sirven para matar bacterias. Respecto a este tipo de medicamentos existe un fenómeno interesante, las bacterias tienen la capacidad de desarrollar resistencia a ellos y entonces sobreviven a pesar de que los pacientes usen el fármaco. Cada día hay más bacterias resistentes en el mundo, porque con el pasar de los años sólo hemos podido matar a las bacterias que eran sensibles a los antibióticos, hoy estamos viviendo en un planeta habitado por los nietos y tataranietos de las primeras bacterias resistentes que sobrevivieron a los antibióticos hace años y que se han reproducido, ya que una de las formas de ser una bacteria resistente, es heredar la resistencia que tenían sus bacterias padres.
Dentro de la presentación del médico del Hospital Clínico J.J. Aguirre hubo información muy valiosa, pero por lejos lo que más me llamó la atención y golpeó fuertemente fue una verdad que nunca había escuchado decir a un médico, de hecho sólo había leído sobre ella en artículos que presagiaban un problema en medicina que todos veíamos en el futuro lejano.
No recuerdo las palabras exactas del doctor, pero la idea fue la siguiente: “La resistencia a antibióticos es un problema, la resistencia bacteriana a los antibióticos se está desarrollando tan rápido que los laboratorios invierten miles de millones en desarrollar un antibiótico que sólo será útil por 5 ó 10 años, debido a esto los laboratorios han frenado su investigación en medicamentos antibacterianos, hoy ya no se invierte en investigación para desarrollar antibacterianos. En algunos años más esta misma generación de médicos volverá a la época de la historia donde los pacientes morían de un resfriado…”
Estas palabras me impresionaron por diferentes motivos:
- La industria dejó de invertir porque cinco años de venta de un medicamento impide tener ganancias importantes. Considerando que los medicamentos anti infecciosos son de importancia vital, sólo podemos esperar una medida como ésta de una industria nacida de IG Farben. (Para saber qué es IG Farben, hacer clic aquí). Una industria con motivaciones humanitarias no se detendría en sus esfuerzos por el desarrollo de nuevos antiinfecciosos aún si no pudiera ganar dinero.
- Mientras en la medicina convencional no se ven soluciones a este gran problema, investigadores de la medicina complementaria ya han comenzado a obtener resultados esperanzadores.
Un grupo de ellos logró demostrar que usando vitamina C en conjunto con los antibióticos es posible vencer la resistencia bacteriana. Esta investigación mostró que al usar vitamina C más antibióticos, es posible curar infecciones provocadas por las cepas más resistentes de tuberculosis (11). Un descubrimiento impactante. A pesar de esto, a pesar de que la evidencia científica está disponible, no se usa vitamina C en conjunto con los antibióticos prácticamente en ningún lugar.
Es sorprendente que la solución a un problema médico tan importante permanezca invisible para la comunidad profesional, cada vez que consista en formas de medicina diferentes a los fármacos. Cada vez que un importante descubrimiento y avance médico se realiza del otro lado de la medicina, del lado de las MTC, es como si no existiera.
¿Se da cuenta de la importante necesidad de la existencia del término “medicina libre”?
… los fármacos no son inocuos, de hecho son la cuarta causa de muerte en el mundo. Los fármacos no son la solución a todas las enfermedades, fueron muy útiles al inicio del tratamiento de enfermedades infecciosas pero no parecieran ser tan útiles en las epidemias de hoy. La diabetes, la hipertensión, los infartos, el cáncer y otras enfermedades aumentan cada día a pesar del desarrollo constante de la farmacología.
De hecho el mismo éxito que tuvieron antiguamente los fármacos en las enfermedades infecciosas, pareciera estar comenzando a desaparecer por la resistencia bacteriana a los antibióticos.
Hoy los fármacos parecen no poder ser la solución a las enfermedades infecciosas y tampoco a las crónico degenerativas, cada día crecen las cifras de cáncer, cada día más hipertensos, más diabéticos, más, más y más.
¿Será posible que el uso de sustancias artificiales no sea el mejor camino
para tratar la enfermedad de nuestro paciente?
Pero, si no usamos fármacos, ¿entonces qué usamos?.
Quizás la filosofía de sanar con fármacos no es tan buena como pensamos en algún momento, entonces ¿Cómo es que la medicina ha tomado el camino de los medicamentos como principal herramienta terapéutica? Esto lo podremos entender de una manera mucho más integral luego de terminar la tercera parte de este libro.
Fin del extracto.
La relación médico-paciente es vital para el buen funcionamiento de la medicina. Lamentablemente existe una asimetría demasiado grande entre el doctor y el enfermo, diferencias sociales, diferencias económicas, diferencias culturales, etc.
Esto es algo que debemos trabajar.
Este tema no es ninguna novedad, de hecho es la norma. Cada día existen más y más corporaciones que se suman al infame negocio de la enfermedad humana. Hemos visto colusión de las farmacias, abusos de parte de las ISAPREs, financiamiento ilógico desde FONASA para tratamientos de pacientes en clínicas privadas en vez de invertir para fortalecer la salud pública y muchos otros problemas.
Estamos trabajando para escribir artículos especiales de esta área.
Uno de los principales problemas que dañan a la medicina convencional es el control que tiene la industria farmacéutica sobre el desarrollo de toda la medicina.
Para esto prepararemos un artículo especial a la brevedad.
Todos los problemas expuestos aquí son reales, el trabajo que hacemos en nuestro instituto se justifica mediante la necesidad del desarrollo de una medicina que logre unir la medicina convencional con las MTC, pero no puede ser cualquier tipo de unión, tiene que ser una unión limpia. A este trabajo le hemos llamado medicina integrativa, libre y curativa. Esperamos que cada día se nos sumen más colegas.